Adios Mariquita linda

“Es la rabia con que me paro frente al mundo la que me comanda. La que dirige mis amores y desamores, mis posturas y mis afectos. Mi escritura surge antes de aprender a escribir: la primera visión sobre ese paisaje desolado y pobre de mi niñez fue la rabia frente a la injusticia, una furia que muchos dicen que cargo y me ha estigmatizado.

Mi hogar era el Zanjon de la Aguada, un lugar que desaparecio en este Chile neoliberal y triunfador. Mi abuela se compro una muralla en piedra, parecia una casa porque tenia puertas y ventanas, pero tu entrabas y solo estaba el viento. Mi infancia transcurrio en una escenografia, como viviendo en las bambalinas de algun cine. Me llamaba Pedro Mardones como mi padre que era panadero. Pero decidi rescatar, como una joya en un pantano de lagartijas y pirgüines, el Lemebel de mi madre, hija natural” continua.